No hay una edad máxima o mínima para usar lentes de contacto. Muchos niños y adolescentes las usan.

La consideración más importante es si tienen la madurez y motivación necesaria para usar y cuidar las lentes adecuadamente. El uso de lentes de contacto involucra un poco más de esfuerzo que usar gafas.

Requieren muy buena higiene y cuidado, que en la mayoría de las ocasiones se le enseña al niño y en otros casos a los propios padres.

Al considerar si las lentes de contacto son adecuadas para tu hijo, no subestimes su habilidad de cuidarlas de forma madura. Un estudio encontró que más de 8 de cada 10 niños y adolescentes les resultó más fácil limpiar y cuidar los lentes de contacto pasados de tres meses de uso. Sin embargo, tú eres la persona ideal para juzgar el nivel de responsabilidad y madurez de tu hijo. Tu optometrista especializado en lentes de contacto también puede ayudarte a decidir si los lentes de contacto son la opción correcta para tu hijo, ya que ocasiones hay determinadas condiciones a nivel visual que así lo requieren.

Las indicaciones de las lentes de contacto en la infancia son:

  • Ambliopías por altas ametropías (ojo vago)
  • Fuertes hipermetropías y miopías.
  • Astigmatismos irregulares.
  • Ciertas anisometropías (diferencias grandes de graduación de un ojo a otro).
  • Afaquia uni y bilateral (ausencia de cristalino).
  • Práctica de deportes y juegos sin limitaciones.
  • Proporcionan una visión integral, es decir, pueden ver todo lo que pasa a su alrededor.
  • Mejora de su autoestima.